La Historia Ilustra la Profecía Daniel cap 2, parte Uno

Poco después que Daniel y sus compañeros entraron en el servicio del rey de Babilonia (sucesos relatados en el cap. 1), acontecieron sucesos que revelaron a una nación idólatra el poder y la fidelidad del Dios de Israel. Profetas y Reyes pág. 361

Cuando el rey Nabucodonosor se acostó, estaba pensando en el futuro de su reino:

"Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo porvenir... Daniel 2:29

Dios leyó los pensamientos del rey y le dio un sueño para responder a sus incógnitas:

"... y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser." Daniel 2:29

"En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño." Daniel 2:1

Al despertarse el rey, Dios le hizo olvidar el sueño:

“Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño." Daniel 2:3

El rey mando a llamar a magos, astrólogos y adivinos para que le revelaran el sueño:

"Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.” Daniel 2:2

Dios tenía un propósito en velarle el sueño al rey Nabucodonosor: Dios desenmascaro a los expertos de Babilonia

"Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo." Daniel 2:10

Los dioses paganos guardan secretos. Les ocultan el futuro a los seres humanos porque no moran con carne:

"Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne.” Daniel 2:11

El Dios de la Biblia no se oculta del hombre, sino que se revela:

"Aquel Verbo [quien es Dios] llego a ser carne y habito entre nosotros y vimos su gloria, gloria como el unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14

Satanás influyo sobre la mente del rey para que matara a los siervos de Dios. Ya Satanás había visto la fidelidad de Daniel y sus amigos en la prueba del capítulo 1 y quería deshacerse de ellos:

"Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos." Daniel 2:12,13

Daniel le oro a Dios. No empleo la astrología, ni las barajas, ni la bola de cristal, ni la palma de la mano para descubrir el secreto:

"Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, 18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia." Daniel 2:17, 18:

Dios conoce el fin desde el principio y por lo tanto es capaz de revelar y guiar la historia al fin que Él ha establecido. Satanás no tiene posibilidad de ganar pues Dios ya conoce todas las jugadas que va a hacer Satanás:

"No hará nada Jehová el Señor sin que revele Su secreto a sus siervos los profetas." Amos 3:7

Dios trajo a los jóvenes a la prominencia en el reino:

"Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. 49 Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey." Daniel 2:48.49

En esta primera parte del relato de Daniel capítulo 2, se nos enseña que Dios controla la historia; que es su mano invisible dirigiendo los eventos y sucesos de las naciones para cumplir con sus propósitos. Por medio de la historia del sueño dado a Nabucodonosor se nos ilustra lo que la misma imagen relata, que Dios está en control de los sucesos de la historia de las naciones.

En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él. Profetas y Reyes página. 366

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